martes, 28 de abril de 2015

Hombres Buenos - Arturo Perez-Reverte



Arturo Pérez-Reverte vuelve al género histórico que tantas alegrías le ha dado y en concreto a un periodo que conoce bien y en el que se siente muy cómodo: finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, donde ya ha ambientado varias de sus novelas .
En esta ocasión, el autor nos traslada a finales del Siglo XVIII para desentrañar un misterio que habita en lo más profundo de la biblioteca de la Real Academia Española, de la que es miembro desde 2003 –sillón T-: los 28 volúmenes de la Enciclopedia francesa editada por Diderot y D´alembert entre 1751 y 1772, de la que no solo se hicieron muy pocas copias, sino que se encontraba incluida en un índice de libros prohibidos por la Iglesia Católica, lo que la hacía ilegal tanto en España como en Francia.
El escritor da un giro hacia la aventura a la hora de contar la odisea a la que se ven sometidos los dos principales protagonistas, dos académicos en su madurez , uno es el bibliotecario de la institución, viudo y algo entrado en carnes y el otro es un marino retirado al que se le da trato de Almirante. Los personajes se ven obligados a atravesar el norte de la península con destino París, uno de los centros culturales del mundo y en un estado de agitación prerrevolucionaria que sin duda no les pondrá nada fácil la consecución de su objetivo: hacerse con una Enciclopedia y traerla a España.
Aunque en algunos pasajes Pérez-Reverte pierde algo el ritmo y se deleita demasiado en la ambientación de una época que conoce y de la que gusta alardear , no en vano se nos presentan buena parte de los escenarios del momento: los peligrosos caminos entre provincias; la vida en la carretera y en postas; un París repleto de contrastes, donde la filosofía, el debate de las ideas y el libertinaje se dan la mano tanto en lujosas mansiones como en las calles más periféricas y pobres, por no hablar de los famosos cafés .
La novela , como es típico en el autor , tiene una serie de pasajes muy conseguidos: el ataque de unos bandidos, un duelo a espada al amanecer, una original y perturbadora seducción o un final que termina en todo lo alto. A lo que hay que añadir una construcción de personajes muy acertada, en especial la amistad que se va forjando poco a poco entre los dos académicos, que a través de numerosas conversaciones no pueden evitar sentir un gran afecto el uno por el otro, pese a una serie de puntos de vista sobre la vida antagónicos.
Los seguidores del estilo de este escritor van a encontrar en esta novela personajes típicos "revertianos" : los protagonistas son un marino varado en tierra y un bibliotecario, en busca de una serie de libros –otro tema recurrente en su obra-; también aparece una mujer de armas tomar, valiente e independiente, aunque disfrute de menos espacio en la novela; un antihéroe salido del ejército español, llamado a ejercer el papel de principal villano –secundado por un par de hipócritas en la sombra, a modo de conspiración- encargado de impedir que la Enciclopedia llegue a España y uno de esos pícaros y vividores - el Abate Bringas (personaje histórico real) - , en este caso guía de los Académicos por las calles de la Ciudad de las Luces, que combina perfectamente un punto cómico y trágico muy logrado , en mi opinión el mejor personaje del libro.
Me ha gustado especialmente también cuando la narración se interrumpe cada cierto tiempo para que el propio Pérez-Reverte nos cuente sus pesquisas a la hora de descubrir la historia detrás de la Enciclopedia encontrada en la Academia, así como sus viajes recorriendo España y Francia; las entrevistas con expertos que pudieran orientarle a la hora de ambientar la historia o sus libreros de confianza, capaces de encontrar los volúmenes sobre la materia más apreciados. De esa forma, van desfilando por las páginas de la novela una enorme cantidad de personajes reales, históricos y actuales, con los que el autor juega y a los que hace coincidir a su antojo, en un ejercicio de lo más interesante, ya que es muy difícil saber en cada momento qué es invención y qué realidad histórica. De hecho, Pérez-Reverte no puede evitar cierta complicidad con el lector fiel y cita no en pocas ocasiones trabajos anteriores suyos, pero lo hace bajo seudónimo, ya que ninguno de los títulos es exactamente igual a los de su obra.
Ya hacía un tiempo que no disfrutaba tanto con una novela de Pérez-Reverte. Muy entretenida, fantásticamente documentada y ambientada, con grandes dosis de aventura, un punto irónico o melancólico que le sienta muy bien y cierto sentido del humor, gracias sobre todo a algún que otro personaje de lo más estrafalario. Con un giro de lo más original a la hora de introducirse a sí mismo en la trama y ese juego entre realidad y ficción. Pero por encima de todo, porque se trata de una historia realmente buena sobre una de esas amistades que acaban calando en el lector, forjada a base de respeto mutuo, largas conversaciones y experiencias, no todas ellas placenteras.
Por cierto,  que las ediciones de Alfaguara nunca acababan de convencerme, pero ahora he de admitir que han hecho una gran edición con la tapa dura, la preciosa cubierta y los mapas impresos del interior. 

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